
Derrocamiento del Comunismo en Checoslovaquía
Cada 17 de noviembre, es feriado nacional en conmemoración a los movimientos sociales ocurridos en el año 1989 y que terminaron con el derrocamiento del sistema comunista, del gobierno de un solo partido y llevaron a la entonces Checoslovaquia socialista al sistema de libre mercado.
Todo se consigue, en gran medida, a que el 22 y 29 de junio apareció en el entonces diario ilegal “Gaceta Popular” el manifiesto: “Unas Cuantas Palabras”, que apeló ante la ciudadanía a salir del letargo y aprovecharan lo que se conoce como la Semana Opletal para manifestar en contra del régimen comunista.
17 de noviembre, entre 1939 y 1989
Opletal, enterrado un 15 de noviembre 1939, se convirtió en la imagen de la resistencia a la ocupación aunque también de los estudiantes; el 17 de noviembre se declaró Día Internacional de los Estudiantes como acto para recordar la brutal represión sufrida por los estudiantes del protectorado. Su recuerdo, mensaje y fecha se aprovechó en 1989 – 50 años del evento- para convocar una marcha estudiantil. Las autoridades comunistas autorizaron una concentración juvenil que honre a Opletal (asistieron como 15.000 personas), solo que ésta derivó en una manifestación que pedía reformas políticas. Las fuerzas del orden reprimieron.

El ambiente ya se venía caldeando, iniciativas independientes convocaron a una manifestación en la Plaza Wenceslao por el recordatorio número 20 de la inmolación del estudiante Jan Palach, quien protestó así contra la ocupación de Checoslovaquia por parte de las Fuerzas del Pacto de Varsovia. Los organismos de control estatal impidieron se colocaran ofrendas florales junto al monumento del patrono checo, San Wenceslao e incluso detuvo a 14 representantes de la oposición. Entre el 16 de enero al 20 del mismo mes cada tarde decenas de miles se concentraron en la Plaza Wenceslao a protestar. El Gobierno puso a las Milicias Populares, se detuvo incluso al entonces disidente Vaclav Havel, quien permaneció preso hasta mayo 1989.
“Unas Cuantas Palabras”
“Unas Cuantas Palabras” invitaba a la dirección del Estado a realizar cambios sistemáticos para mejorar el clima social definiendo en siete puntos sus pedidos; entre los que estaba la liberación de todos los presos políticos, dejar por fin de prohibir o limitar la libertad de reunión, reconocer las iniciativas independientes, permitir la libertad de prensa o respetar las justas demandas de los ciudadanos creyentes. Los principales organizadores de esa iniciativa fueron: Václav Havel, Alexandr Vondra, Jiří Křižan, Jiří Dienstbier, Petr Uhl, Ludvík Vaculík yi Ján Čarnogurský. Pero no sólo disidentes, también se sumaron artistas, que rompían así la barrera que por años los separó: Josef Kemer, Jiří Menzel y Jiří Suchý. Al final, el manifiesto lo firmaron en unas pocas semanas 1.800 ciudadanos y al final tuvo más de 35.000 firmas.
Este manifiesto nunca apareció impreso en la prensa oficial checoslovaca aunque Radio Europa Libre no se cansaba de transmitirlo. En julio de 1989 el ministerio federal checoslovaco del Interior anunció haber empezado sendas causas penales por esa iniciativa que pretendía derrumbar las estructuras del Estado obrero, metió preso a muchos y provocó problemas en sus trabajos a otros. En septiembre 1989 fueron 22 activistas en nombre de los firmantes del manifiesto a la Oficina del Gobierno para entregarle una carta al entonces presidente del Gobierno Federal, Ladislav Adamec, en la que le pedían “iniciar el diálogo”.
La iglesia se movió y el cardenal Frantisek Tomášek actuó de mediador. El Gobierno no respondió pero el mundo del bloque socialista hacia aguas: Polonia con Ley Marcial, alemanes del Este se refugiaban en la embajada de la RFA de Praga pidiendo paso libre a occidente, Gorbachov no daba soluciones.
Se funda el “Foro Cívico”
Al 18 de noviembre los actores de los teatros capitalinos más los estudiantes universitarios anuncia que pliegan a huelgas de protesta. El 19 se funda en el “Činoherním klub” el Foro Cívico (OF), un paraguas que protege a disidentes, iglesias, inteligencia y estudiantes. Vaclav Havel se convierte en su cabeza no oficial. En Eslovaquia, paralelamente, se crea la iniciativa “El Público contra la Violencia”. Los acontecimientos cobran celeridad: al 20 la huelga ha excedido ya los límites de Praga, la Av. Wenceslao recibe a los primeros manifestantes. Al día siguiente, 21, el primer ministro federal Adamec se reúne con los representantes de quienes protestaban. Es un primer encuentro al que no asiste Havel por que se encontraba como orador principal en la manifestación de la Av. Wenceslao precisando las demandas del “Foro Cívico” (OF).

Al 24 le toca el turno al Comité Central del Partido Comunista Checoslovaco (KSČ). Sesiona de manera extraordinaria, aprueba la renuncia de Miloš Jakeš y nombra a Karen Urbánek como nuevo secretario general. El cambio provoca aún más protestas. OF y VPN demuestran haber ganado peso pues el presidente checoslovaco Gustav Husák acepta el pedido para liberar a los más importantes presos políticos, otros irían siendo liberados en los próximos días y semanas. El 25 se aprovecha la Misa Pontifica en la Catedral de San Vito, por la canonización de Inés Přemyslovna, para seguir reuniendo personas. La misa la dirige el cardenal Tomášek.
Marián Čalfa, el artífice de la transición
Los días 25 y 26 de noviembre se realizan impresionantes manifestaciones en la explanada de Letná, se calcula que asistió como medio millón de personas. El 26 el primer ministro Adamec recibe formalmente a delegados de OF con Havel a la cabeza, “ha empezado el diálogo”. El 27 hubo una huelga general de dos horas por todo el país y al día siguiente la Asamblea Federal Checoslovaca aprueba reformar la Constitución de la Rep. Socialista Checoslovaca. Se cancela el artículo que le daba al Partido Comunista su papel de líder de la sociedad y se suprime al marxismo leninismo como ideología del Estado.
El 3 de diciembre nace un nuevo Gobierno Federal. Adamec sigue a la cabeza, pero de los 21 miembros de su Gabinete sólo 16 son comunistas, 1 del Partido Socialista Checoslovaco, 1 del Partido Popular Checoslovaco y tres sin partido. La mezcla no es del agrado de OF ni de VPN que amenazan con más huelgas. El 5 se corrige la composición en el Gobierno Checo, al seis se produce el primer encuentro oficial entre KSČ y OF – VPN, para el siete dimite el primer ministro Adamec y sube Marián Čalfa, el artífice de la transición.
El 10 de diciembre se nombra al “Gobierno de la Comprensión Nacional” con Čalfa a la cabeza. Por vez primera desde 1948 los comunistas cuentan con una representación minoritaria: 10 miembros KSČ, 7 sin partido, 2 de Partido Socialista Checoslovaco y 2 del Partido Popular Checoslovaco. Ese mismo día el presidente Husák anuncia que renuncia a su cargo. Entre el 20 y el 21 KSČ realiza un congreso extraordinario y Adamec pasa a dirigirlo.
Alexander Dubček es rehabilitado, pero gana Havel
Al 28 de diciembre la leyenda de la Primavera de Praga, Alexander Dubček es rehabilitado y nombrado presidente de la Asamblea Federal Checoslovaca. Un día después se realiza la elección del nuevo presidente checoslovaco. Por unanimidad se elige a Václav Havel, quien jura su cargo poniendo su mano sobre la constitución socialista. Sería presidente por 13 años, salvo un corto período cuando se cercenó la federación checo eslovaca.
A quince años de todo esto, el ex presidente indica que si bien el país evolucionó en una forma diferente a lo que él pensó, “en sus puntos fundamentales marcha de acuerdo a lo esperado”. Estima que sí se cumplen los ideales básicos que albergaban los entonces disidentes y los que ayudaron a tumbar al comunismo. “Para mí ha sido un enorme regalo del destino el haber podido tomar parte en los cambios al sistema en mi país pero también en lo que es el orden del mundo. Al final, las cosas han sido más complicadas y alargadas de lo que pensamos entonces, en medio de una atmósfera eufórica”, declaró Havel a la agencia de prensa ČTK al recordar lo que se llama “Revolución de Terciopelo”.
Havel, el único presidente que abandonó el Castillo al fin del mandato
Havel, 68, es el único presidente que abandonó el Castillo de Praga (a inicios de febrero 2003) una vez concluido su mandato presidencial. Todos los anteriores o murieron, o renunciaron, o fueron destituidos. En la vida de “civil”, dedicó al trabajo de escritor y a apoyar diferentes movimiento en pro de los Derechos Humanos. Murió el 18 de diciembre del 2011, a los 75 años. Padecía de cáncer.
Hoy, cuando cumplimos 31 años de la Rev. de Terciopelo y cuando pocos, muy pocos recuerdan la represión invasora nazi a los estudiantes universitarios checos, los festejos estarán muy marcado por las limitaciones que impone la covid-19. La Av. Nacional ya no estará cerrada ni tendrá su espectáculo en pro de la Libertad y los Derechos Humanos. Sin embargo, hay igual manifestaciones convocadas en la Av. Wenceslao, en la parte alta y en otros sitios. La plataforma “Un Millón de Momentos por la Democracia” se reunirá en el “Lucerna Music Bar” y desde ahí transmitirá vía Internet su manifestación en línea.